Capítulo XVII – Seis

9 noviembre 2007

Salieron de Nibelheim a media tarde. Vincent era un personaje muy peculiar. Se cubría media cara con su capa y caminaba encorvado. De vez en cuando parecía luchar interiormente por su estabilidad cerebral. Pensaron que eran los efectos de haber estado hibernando durante años.

La temperatura descendía a medida que se adentraban en el monte Nibel. Por suerte, la quebrada les permitía avanzar sin dificultades entre las montañas. Pero aquello no era eterno. Cloud bien sabía que al final del camino no había escapatoria posible. Deberían atravesar las últimas montañas con sus propias manos. Por suerte, Cloud conocía algunas cavernas hechas por monstruos que atravesaban montañas enteras.

El olor a makko era muy fuerte. La neblina les impedía ver qué había al final del camino. Eran frecuentes los chasquidos, producidos por las extremidades de alguna criatura inmunda al rozar con la roca maciza. La vegetación era totalmente nula. Se sentían observados.

Cloud se avanzó para charlar con Vincent, quien no había pronunciado una sola palabra desde de su presentación.

– Leí que fuiste modificado genéticamente – le dijo Cloud sin rodeos.
– Así es – contestó Vincent tras toser varias veces y mostrar signos de padecer náuseas.
– ¿Sabes qué…?
– En teoría sólo debía dormirme, pero los efectos son más inestables de lo que pensaba – se adelantó el ex-Turco.

Cloud observó el rifle que llevaba Vincent colgado en el cinto.

– Existen muy pocos rifles como ese. Shin Ra los prohibió.
– ¿Quién abrió la caja fuerte? – preguntó Vincent ignorando la observación de Cloud.
– Fui yo.
– Tienes a Odín.
– ¿Perdón?
– Dentro había Materia, ¿No es así?
– Así es. Se la entregué a la chica del pelo corto.

Vincent se giró y le echó una mirada escrutadora a Yuffie.

– Me alegro de que no haya caído en malas manos. Odín es un poderoso aliado, aunque sólo aparece cuando le apetece.
– ¿Habéis visto? – dijo Yuffie emocionada, cogiendo a Tifa y a Aerith por el brazo – Me ha mirado. La verdad es que no está mal, ¿Eh? Sí, está un poco podrido, pero es normal, ¿Cómo estaríais después de una siesta semejante en un ataúd? Además fue de Los Turcos, debe ser un gran guerrero. A mí me parece guapo, cuando le desaparezcan esos derrames de la cara… ¿Creéis que tengo alguna posibilidad?

Tifa y Aerith se quedaron bloqueadas asimilando la lluvia de preguntas que acababa de caerles.

– No lo sé… – dijo Tifa, con miedo de herir los sentimientos de la chiquilla.
– Seguro que sí – terció Aerith, que no podía soportar ver a la gente triste -. Ya has visto como te ha mirado.
– Lo sabía – Yuffie sonreía.

La noche llegó, y con ella el silencio y la quietud. Hicieron una hoguera, aunque no les quedaba prácticamente nada que comer. Por allí no se podía cazar, de modo que se tuvieron que hacer a la idea de abrocharse los cinturones hasta la siguiente población.

Vincent estaba inquieto. No había querido comer nada. Caminaba de un lado al otro mientras los demás charlaban alrededor del fuego.

– Kyuvilduns – dijo. Nadie le entendió -. Nos están observando una manada de Kyuvilduns. Son unos insectos de medio metro aproximadamente. No son un problema, pero en grupos numerosos pueden ser peligrosos.
– Los conozco – asintió Cloud.
– Están tras esa roca. De un momento a otro se lanzarán al ataque.

Como Vincent había afirmado, en sólo unos segundos los kyuvilduns se lanzaron hacia ellos, planeando.
Vincent se rodeó con su capa y pareció desaparecer tras ella. Saltó como si alguien hubiera tirado de un hilo desde arriba. Sólo podían ver su capa ondeando de un lugar para el otro y oír los disparos de su viejo rifle, impactando de lleno en las bestias y destrozándolas por completo. Cuantos más insectos salían, más deprisa se movía Vincent. Era casi impercetible. La velocidad y precisión que estaba demostrando podría haber ridiculizado a Leno o Ruda, de Los Turcos. Las bestias parecieron captar el mensaje y se rezagaron.

La capa de Vincent cayó al suelo como una masa informe, y tras estirarse y alargarse, el brazo de Vincent apareció tras ella, haciendo que el ex-Turco se mostrara ante ellos de nuevo. Todos lo miraban asombrados. Se habían preparado para combatir a los kyuvilduns, pero habían quedado hipnotizados.

-¡Eh! Te mantienes en forma después de todo – exclamó Barret alegre. Ya veía acercarse un nuevo y valioso fichaje para Avalancha.
– Tienen miedo – les explicó Vincent sin hacer caso a Barret. Ni siquiera respiraba con dificultad a causa del esfuerzo. A decir verdad, no respiraba -. Les causa temor el fuego de la hoguera. Si disponéis de Materia elemental de fuego será fácil ahuyentarlos.
– ¿Cómo lo sabes? – le preguntó Barret, algo molesto por la falta de atención.
– Poseo Materia para percibir emociones en los seres que me rodean – le explicó.
– Yo tengo elemental de fuego – dijo Red adelantándose.
– Bien, debes subir ahí y lanzarles algunos ataques. No te preocupes, huirán despavoridos.

Red subió al montículo tras el que se ocultaban los kyuvilduns. Vio allí una congregación nerviosa de estos insectos. Parecían saltamontes gigantes, pero con un aguijón en la cabeza que podría haberle ensartado tranquilamente. Aulló para captar la atención de los insectos y empezó su ataque flamígero. Como había predicho Vincent, los insectos huyeron produciendo un sonido desagradable con las patas traseras. Volvió con los demás y les informó de la huida de los insectos.

– Bien. Podéis ir a dormir. Yo vigilaré toda la noche desde ahí arriba.
– Y, ¿No vas a dormir? – le preguntó ingenuamente Yuffie.
– Yo ya he dormido bastante los últimos años – dicho esto, Vincent se rodeó con su capa y subió con varios saltos a un lugar donde disponía de buena visión.

Cloud suspiró y se retiró a un lugar donde estar solo. Aerith fue tras él. El resto del grupo se quedó comentando la escena que acababan de presenciar.

2 respuestas to “Capítulo XVII – Seis”

  1. Kuraudo said

    «- ¿Habéis visto? – dijo Yuffie emocionada, cogiendo a Tifa y a Yuffie por el brazo – Me ha mirado.»

    Yuffie no puede cogerse a si misma del brazo ^^¡ ¿era a Aerith no?

    PD: llegué a dudar UN POCO de si podrías expresar la parsonalidad de Vincent como debe ser… no debí hacerlo, superaste las expectativas como siempre ^_^

  2. tuseeketh said

    Kuraudo,

    sí, es difícil cogerse el brazo a uno mismo. Ya está corregido, Yuffie conservará su integridad física después de todo ;)

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