Capítulo I – Nueve

6 noviembre 2007

Cloud avanzó rápidamente hacia el robot. Mientras corría desenfundó su espada.
ROMPE-AIRE disparó con todos sus cañones. Se podía ver una estela detrás de Cloud formada por los impactos de los cientos de balas. Saltó a la barandilla y cayó.

Tifa y Barret no podían creerlo. Cloud ahora no estaba, se había caído prácticamente solo. El robot les apuntó con sus cañones.

Fue en ese instante cuando Cloud apareció tras el robot de un salto por detrás de la barandilla. Había utilizado los tubos bajo la pasarela para cruzarla transversalmente. Se subió encima de ROMPE-AIRE y clavó su espada al lado de los propulsores; la giró con ambas manos haciendo que se desprendieran y cayeran al suelo. Ya sólo eran un montón de chatarra.
Los cañones volvieron a cambiar de dirección. Cloud saltó dando dos vueltas sobre sí mismo y se plantó detrás de su contrincante. Se disponía a saltar de nuevo cuando un láser que no tenía controlado en la parte baja del robot le alcanzó en el muslo. Cayó al suelo arrodillado.

ROMPE-AIRE, ahora inmovilizado, extendió uno de sus brazos para coger a Cloud pero éste volvió a ponerse en pie, convirtiendo la mano del robot en un amasijo de metal y cables de un espadazo.
En un rápido movimiento el arma secreta del presidente de Shin Ra giró la mitad de su cuerpo 180 grados y cogió a Cloud con su otra mano. Lo elevó y, tras darle varias vueltas, lo dejó ir. Cloud salió despedido a gran velocidad. Su viaje terminó cuando la pared se interpuso en su camino. Haciendo un gran boquete chocó contra el muro que lo devolvió a la pasarela, por suerte.
El cuerpo de Cloud yacía inmóvil en una de las salidas del reactor.

Los ojos demoníacos del robot miraron a los otros dos miembros del grupo rebelde.

-Nos rendimos – dijo Tifa levantando las manos.
-MANOS ARRIBA. ATRÁS. PRISIONEROS AL REACTOR – ROMPE-AIRE hablaba con un timbre electrónico en la voz. Les apuntó con los cañones – ATRÁS. AL REACTOR.

Barret y Tifa empezaron a caminar hacia el reactor con las manos en alto y mirando a su verdugo. Todo estaba perdido. Aquella máquina les retendría allí hasta que todo estallara en pedazos. Aquel era el fin de Avalancha.

El cielo se oscureció. Miraron hacia arriba y para sorpresa de todos un enorme rayo cayó justamente encima de ROMPE-AIRE, que empezó a tambalearse.
Cloud estaba en pie y tenía los brazos estirados hacia el robot. Echó a correr. Tenía los ojos en blanco, la ira se había apoderado de él. Un resplandor rojizo cubría todo su cuerpo. Parecía estar ardiendo, consumido en su propia rabia. La rabia que le producía haber sido vencido.

Cuando estaba al lado del robot frenó en seco y se impulsó para un gran salto vertical. Subió varios metros con la espada apoyada en su espalda.

-Desaparece.

Cayó hacia ROMPE-AIRE con bravura. Cuando la espada de Cloud alcanzó al robot simplemente lo abrió en canal. Las dos mitades se separaron y cayeron al suelo.

-Ha.. ha.. ¡¡¡ha sido increíble!!! – Barret no podía creer lo que acababa de ver.
-Cloud es el mejor – Tifa lloraba de alegría. Quizá porque iban a salvarse, quizá porque Cloud no había muerto.

El ex-SOLDADO fue con ellos.

-Esto está a punto de estallar, será mejor que nos larguemos. Vamos, vosotros primero.

Avanzaron atravesando los restos de ROMPE-AIRE. Barret aprovechó para escupir en sus circuitos. «Ningún robot puede matar a Cloud».

Cuando le tocó a Cloud se empezó a oir un pitido agudo. Los ojos de ROMPE-AIRE se encendieron de nuevo. Se disponía a autodestruirse.

-¡Cuidado!¡Va a autodestruirse!¡Corred! – Cloud se echó atrás y Barret y Tifa se alejaron, pero la explosión vino demasiado rápido y alcanzó a Cloud de lleno, haciéndole salir despedido varios metros por encima de ellos.
En el lugar donde hasta entonces yacía ROMPE-AIRE había ahora un enorme agujero que partía la pasarela en dos.

Barret y Tifa miraban el cuerpo de Cloud dando vueltas intentando adivinar dónde caería para poder recogerlo y largarse de allí a toda prisa.
Pero Cloud caía en dirección al agujero. En el último momento pareció volver en sí y se agarró a un tubo que colgaba.

-Cloud, ¡Aguanta! – Barret sostenía a Tifa contra su pecho, que no quería mirar.
-Idos ahora, esto va a estallar – Cloud no podía aguantar mucho más. Estaba conmocionado con la explosión y la pierna no le dejaba de sangrar.
-Ni hablar, ¿Crees que voy a dejar a mi mejor hombre atrás?
-Barret, sé sensato. Esto va a estallar. Cuida de Tifa. Yo sé cuidarme – dicho esto le dedicó una mirada de adiós al líder.
-¡Cuenta con ello! – Barret cogió a Tifa en brazos y se la llevó. Ella no podía hablar pero si hubiera podido seguramente le habría dicho a Cloud que le amaba.

El reactor explotó. Ambos salieron despedidos con fuerza hacia la ciudad. Cloud se dejó caer hacia los suburbios. Cerró los ojos.