Capítulo I – Cinco

6 noviembre 2007

Ya estaban preparados para la misión. La partida era inminente. Tifa subió ajustándose un puño americano en una de sus manos.

-¿Qué haces? – le dijo Cloud, aunque sabía lo que iba a oír.
-Yo también voy.
-De ninguna manera, será peligroso, Tifa.
-No importa, sé que tú me salvarás. Lo prometiste.

En la cara de Cloud podía verse que no sabía a qué se refería.

-Vaya… lo has olvidado, no puedo creerlo – la voz de Tifa era triste – hiciste una promesa. Recuerda Cloud, fue hace siete años.

Cloud miró hacia arriba intentando recordar. De pronto su memoria le transportó a Nibelheim, siete años atrás. Se recordó esperando a Tifa sobre el pozo de la plaza central. Hacía mucho frío y se estaba helando. Al fin ella apareció.

-Lo siento, llego tarde, ¿dijiste que querías hablar de algo?
-Sí… verás, me voy a ir a Midgar esta primavera.
-Oh… – Tifa sintió una punzada en el corazón – todos los chicos se están yendo del pueblo.
-Sí, pero yo soy diferente a todos – Cloud se levantó y adoptó un tono solemne – yo voy a unirme a SOLDADO – apretó el puño y lo puso en el pecho – seré uno de los mejores, ¡como Sephiroth!
-El gran Sephiroth… – Tifa cogió a Cloud por la pierna – cuando seas un héroe y seas famoso, si alguna vez estoy en apuros, ¿vendrás a rescatarme?
-Sí, claro – Cloud ya se veía a sí mismo como un héroe antes de tiempo.
-¿Lo prometes?
-Cuenta con ello.

Una estrella fugaz cruzó el cielo de Nibelheim, aunque Cloud no la vio.

-¿Lo recuerdas ahora? – Tifa sacó a Cloud de su ensimismamiento.
-Ni soy un héroe, ni soy famoso. No puedo mantener esa promesa.
-Pero te uniste a SOLDADO, hiciste realidad tu sueño
-¡Eh! Una promesa es una promesa aquí, muchacho – Barret subía listo para la acción – más te vale que la cumplas, o te rebanaré el pescuezo.
«sí, supongo que sí. Las promesas deben mantenerse…»
-Está bien. Yo cuidaré de ti.

Tifa se sintió la mujer más afortunada del mundo. El apuesto ex-SOLDADO trabajaría a modo de héroe particular para ella. En aquel momento fue feliz.

Esa no fue la única razón por la que Cloud admitió que Tifa viniera. Sabía que era una gran guerrera, seguramente mejor que Biggs y Wedge. No obstante le preocupaba la seguridad de Tifa. La apreciaba.

Subieron al tren rumbo al sector 5. El reactor debía desaparecer en cuestión de unas horas.

Una respuesta to “Capítulo I – Cinco”

  1. Darek Defens said

    Joder que bonito

Deja un comentario